FED y después
Tres: Omashu, Ediciones Arroyo y La Pequeña Editorial. / Víctor Malumián analiza la feria. / Se viene EDITA. / Subrayados para agendar.
Hace una semana terminaba la 10ª Feria de Editores superando expectativas. Pero eso lo cuenta mejor Víctor Malumián en la entrevista de esta edición. Sí quiero detenerme en los abrazos, los reencuentros, las sonrisas de ver a lectoras y lectores recorriendo stands, hablando con las editoras y los editores, llenando cajas con libros, escuchando charlas, poemas e ideas. Fueron tres días que dejaron mucha energía, más allá de las cifras y los desafíos. El día después de la FED sólo quise estar en la próxima, en 2022, cuando comience otra vez.
En esta sexta entrega, además, Omashu, Ediciones Arroyo y La Pequeña Editorial presentan sus novedades. En diciembre, llega EDITA, en La Plata. Por último, breves noticias de otros proyectos que siguen deslumbrando.
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¡Vamos a lo nuestro!
1. Nuevos en el camino
Además de editorial artesanal, Omashu “es más bien el proyecto de un territorio” o “un espacio donde podemos incluir distintas expresiones de sentido y artísticas. Textos, ilustraciones, fotos, piezas audiovisuales, collages, impresión tipográfica, etcétera”. Así la definen Paula y Diego Zanetti.
Ambos cuentan que el proyecto es el desprendimiento de una vieja imprenta paterna, en la que descubrieron algunos restos de tipografía móvil y otras herramientas para construir artefactos de lectura.
A Paula y Diego los acompañan la dibujante Shibber Stone (Carito), la fotógrafa Viqui Cozzarín y el director de cine Fabián Cabrera. “Además de muy buenos artistas, son amigos con quienes compartimos cierta mirada respecto del arte y sus tensiones. El funcionamiento del campo, sus límites, posibilidades y aspectos lúdicos”, dicen. Además, cuentan con el asesoramiento de su padre, Jorge, que tiene una enorme experiencia en el ámbito de las imprentas.
El taller de Omashu –creado en 2017- está situado en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires. Tuvo su primera salida al mundo a finales de 2019.
Las últimas novedades de la editorial están enmarcadas dentro de la colección Heidelberg-Fuego (H-F), que está compuesta por textos bajo la modalidad de impresión tipográfica. Este año fue el turno de Shibber Stone, María Negro y Verónica Selva. Luego, se incorporaron títulos de Mariana Travacio y Adriana Romano.
La colección intenta incluir autoras y autores con o sin libros publicados. Bajo esa premisa, busca “construir una pequeña obra orgánica y colectiva, una acumulación de objetos visuales y textuales montados juntos con una serie fotográfica, en articulación con los restos de aquella vieja imprenta”, señalan los responsables de Omashu.
Sus canales principales son las ferias y la venta directa. Figuran en Facebook e Instagram.
Ediciones Arroyo publica poesía y recicla plástico y cartón para la producción de sus libros. Está integrada por Julián Bosch, ilustrador y coeditor, y Alejandra Bosch, editora y artista plástica, a cargo del trabajo de tapas.
Ubicada en Arroyo Leyes, Santa Fe, y creada en mayo de 2016, el catálogo está compuesto por 138 poetas. Sus dos últimas novedades son Sin andarivel, de Graciela Perosio, y Tener un amor, de Francisco Garamona.
Las ediciones de este proyecto son pequeñas series de poemas con ilustraciones a tinta, con tapas de plástico y plotedos los nombres de los poetas en el frente. Todos los materiales usados son recuperados y trabajados a mano uno por uno.
Los ejemplares se despachan vía correo postal -previa transferencia bancaria del costo del libro más cobro de envío.
La editorial también gestiona eventos culturales, presentaciones –en la Argentina y países limítrofes- y un festival de poesía que se lleva a cabo dos veces por año.
Para más información sobre Ediciones Arroyo, se puede consultar su Facebook o Instagram.
La Pequeña Editorial se ubica –siempre- “a orillas de su inexistencia”. Su “gran fragilidad” la entiende como “riqueza”. Sin dar nombres propios de sus responsables y apostando a personas con aportes dispares y buenas intenciones, hace libros “con significados profundos, anclados en prácticas políticas de gran compromiso y hondura”. Imprime a láser, prefiere el cartoné, “libros duros, reforzados, que duren, esperen y sepan llegar a donde deban ir”.
La primera época de sus creaciones data de 2010, que convergen entre Mar del Plata y Sierra de los Padres, provincia de Buenos Aires.
Sus publicaciones más recientes son el volumen que reúne Entre los campesinos de Aragón, de Augustin Souchy Bauer, y El comunismo libertario, de Isaac Puente Amestoy; además Si me permiten hablar… -Testimonio de Domitila, una mujer de las minas de Bolivia- de Moema Viezzer, sobre la palabra viva de Domitila Chungara, con prefacio de Álvaro García Linera.
Desde La Pequeña Editorial consignan que ambos títulos son clásicos, a su modo. El primero reúne dos textos célebres alrededor de la Guerra Civil Española. El de Souchy registra el funcionamiento de las colectivizaciones agrarias del Aragón libre, mientras que el de Puente propone aquellas condiciones de funcionamiento, expresando con sencillez y precisión el concepto de comunismo libertario. Abren un diálogo entre pasado y futuro, entre práctica y teoría.
El segundo libro es la primera edición local de un clásico del testimonio latinoamericano. Domitila cuenta su vida como madre, mujer y sindicalista, en el devenir de su comunidad, de su país. Cuenta y explica qué pasa y por qué, según colectivamente han ido construyendo sentido, según ella puede reproducirlo y ampliarlo. Es un testimonio, pero es un manual de acción política, institucional y doméstica, de “profundo valor emocional e histórico”.
Las redes para consultar por compras y envíos de libros se pueden hacer a través de Instagram, Facebook o Twitter.
2. Mirá quien habla
La #FED21 quedará para la historia: se hizo en pandemia, tomó las calles, expandió su logística, aguantó y reaccionó ante el mal tiempo, tuvo su versión presencial y virtual, dio lugar a las ideas y homenajes, convocó a más de 200 editoriales industriales y artesanales y recibió a 16.300 lectoras y lectores durante tres días (1, 2 y 3 de octubre), en el Parque de la Estación, en la Ciudad de Buenos Aires. En fin, una fiesta.
Víctor Malumián, cofundador de la Feria de Editores, expresa lo “increíble” de todo lo que pasó y su alegría y la de todo el equipo que hace la feria. Muchos de los logros obtenidos están a la vista, pero otros pasan desapercibidos para el público en general.
Un acontecimiento cultural como la FED comienza a organizarse nueve meses antes de su apertura formal. Pero más allá de todas las previsiones, hacer una feria al aire libre tiene sus sorpresas e imprevistos. Lo más gratificante fue que el número de visitantes superó las expectativas. “Si iban 10.000 personas estaba muy bien”, comenta Malumián. Para celebración de todos, fueron 16.300 y se vendieron 40.000 libros.
Por los protocolos vigentes, hubo largas filas para poder ingresar a la FED y recorrer cada una de las alternativas editoriales a lo largo de dos cuadras, a ambos lados de la calle.
Malumián destaca el éxito de la versión digital, que “vendió muy bien”, alcanzando los 400 ejemplares. También considera las dos lógicas en que se movió la feria, la presencial y la virtual, “dándole una alternativa completa a cada una”. Al respecto, explica: “El principal problema para las personas que estaban físicamente lejos de la FED presencial era el costo logístico. Por eso se dispuso que con compras mayores a los $ 2.500 el envío fuera gratis”.
“Hubo nueve charlas presenciales y otras nueve digitales con la misma calidad. La experiencia fue completa, tanto la propuesta cultural como el formato de compra”.
Agua caída
El desafío logístico implicó una serie compleja de acciones programadas y otras tomadas en el momento. Sólo para tener un dato: se manipularon 1.300 cajas con dos equipos, uno para cada línea de tendido de stands, que fueron inventariadas y guardadas en dos contenedores marítimos. El primero llegó a la 1 AM del viernes 1º y el otro casi a las 4 AM. Esa fue la opción elegida ante la imposibilidad de usar la biblioteca de la Estación del Parque por cuestiones logísticas.
El sábado 2 comenzó “con un día espectacular”, recuerda Malumián, pero la lluvia hizo su aparición. Lo que siguió fueron momentos de tensión en los que el equipo de la organización tomó medidas para proteger las cajas en los stands, con ayuda de feriantes presentes.
“Consultamos la posibilidad de mover una hora el inicio y quedarnos una hora más. Fue la decisión correcta porque después no llovió. Ese día recibimos 5.800 personas, que redundaron en ventas y demás. Es muy difícil tener una previsión al aire libre con una cantidad de gente insuficiente -contar con más personal implicaría mayores costos para los feriantes- a fin de poder actuar sobre 210 stands en un tiempo breve”.
Engalanar
Las editoriales artesanales en la FED no están medidas en un subconjunto ni tampoco tienen un cupo determinado. “Las hay de una calidad que no nos interesa tener y otras estupendas que nos morimos de ganas de que nos sigan acompañando”, dice Malumián.
“Las editoriales artesanales son un fenómeno particular y tienen una lógica distinta. Nos invitan a pensar un montón de las cuestiones de la industria editorial.”
Sobre este tipo de proyectos, afirma: “No creo que solucionen todos los problemas de la edición industrial ni que la edición industrial deba terminar. Hay caminos distintos, como lo que sucede entre lo digital e presencial”.
El cofundador de la FED también opina que “las ediciones artesanales engalanan la feria con ediciones bellísimas, que denotan una pasión, un amor y un profesionalismo enorme”.
3. Mundo feriante
Se confirmó la 5ta edición de EDITA, la feria de editoriales de la ciudad de La Plata. Esta vez se realizará en las inmediaciones del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, ubicado en calle 51, entre 5 y 6, al aire libre, el sábado 4 y el domingo 5 de diciembre, de 15 a 21 hs. Si las condiciones climáticas no son las deseadas, la feria se postergará una semana (sábado 11 y domingo 12).
EDITA es organizada por el colectivo editorial Malisia y cuenta con el apoyo de la editorial Papel Cocido de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata y el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires.
4. Subrayados
* Buchwald celebra y comparte con su comunidad de lectoras y lectores un nuevo título en su catálogo de descargas: La construcción de la forma viva a través del color, la forma, el tono, de Gertrud Grunow. Acá se puede bajar.
* Victoria Lucero, de La ciudad de las mujeres, fue entrevistada por Lucas Oliveira en su ciclo de entrevistas. La editorial también dio a conocer su nuevo título: El arte de perderse, de Rebeca Solnit.
* A partir de hoy está disponible Propiedad Horizontal, con texto de Lucía Schvartzman y fotos de Ariel Valeri, publicado por Firpo Editora.
* Animala comparte en sus redes imágenes del ejemplar único Trece Maneras de mirar un mirlo, de Wallace Stevens. Esta artesanía está confeccionada en papel St. Antique Gold y papel Canson azul, con tapas de enchapado paraíso, Flag book de 30 x 12 cm cerrado y 30 x 60 cm abierto.
* Barba de Abejas anunció que “se viene la traducción al francés y la publicación artesanal en Francia de Cómo prepararse para el colapso del sistema industrial de publicación”.
* Santiago Nogueira me entrevistó antes de la #FED21 para su programa Libros Presumidos. Hablamos de El Vendedor de Tierra y este boletín.
Esta edición #6 de único llevó tiempo y energías. Si te gustó, me podés invitar un “cafecito”. Es una manera de ayudar al crecimiento de este espacio.
Gracias por tu lectura. ¡Hasta el domingo 24 de octubre!